#Vida + #Cultura: “Antiguo Egipto,
lo que nos cuenta su legado”.
Para este 1º artículo de la sección de “Vida
+ Cultura”, quiero tomar simbólicamente el tema del legado que nos deja el
Antiguo Egipto para subrayar que no es por casualidad que sea éste uno de los
1º temas que se puede encontrar al estudiar la historia tanto del Arte, como de
la Humanidad entera. Es una cuestión que
va más allá de la cronología, aunque en línea de tiempo constituya uno de los
primeros capítulos en el desarrollo de la civilización; el legado de Egipto nos narra
todo lo que implica la palabra “cultura” y cuántos ámbitos abarca la misma.
Usualmente cuando escuchamos la palabra
cultura, puede llegar aquella resonada definición que la ha señalado como el
conjunto de costumbres y tradiciones con las cuales se identifica un
pueblo. Pues en esa línea, la Antigua
cultura egipcia nos narra de un imperio humano donde no sólo se construyeron
impactantes edificaciones que prevalecen en el tiempo, sino también nos cuenta
que el ímpetu y auge del desarrollo estuvo precisamente en ver cada faceta de
la vida como un campo donde desarrollarse con identidad. El legado de Egipto nos cuenta
sobre cuántas cosas podemos hacer las personas con el tema cultura y como ésta
puede impactar todos los niveles, desde los más sencillos de la vida
cotidiana, hasta los más imponentes en el entorno donde nos movemos. Demos un rápido recorrido por la cultura
egipcia para poder entender mejor esto.
Las pirámides son sin duda alguna el símbolo
del adelanto constructivo que la milenaria cultura Egipcia tuvo, hoy
día siguen siendo un misterio en muchos aspectos en cuanto a su método de
edificación, pero para los más expertos en el tema, son una muestra de cómo los
materiales existentes en la época (la piedra), fueron sólo el punto de partida
para darle forma a lo que sería la morada de los faraones más allá de la vida
terrenal; y siguen siendo las construcciones de mayor espesor en la historia,
aunque no eran macizas del todo, pues poseían cámaras, corredores y estancias. Aquí vale apuntar que precisamente, las
pirámides no eran templos como se piensa popularmente, sino obras de tipo
fúnebre y hasta místico, porque debían alojar a los cuerpos de los faraones en
su travesía a una nueva vida. Los
templos sí eran las edificaciones donde se daba la adoración de los dioses, y
destacaban principalmente por el grupo de robustas columnas cuyas formas
tomaban inspiración en elementos naturales como flores y plantas como el papiro. Al estudiar Arquitectura, siempre recuerdo el
momento cuando descubrí esta sencilla relación que hacía la cultura
egipcia entre ser revolucionario en la construcción, pero tomar inspiración de
la naturaleza.
Y al hablar del papiro, el material empleado como soporte de los manuscritos y
otros objetos de uso diario como cestas o velas de embarcaciones, podemos hacer la conexión entre las otras
formas de expresión además de la arquitectura, las cuales se relacionan una con
la otra: Desde la escultura, la pintura y el relieve, la vestimenta, el
maquillaje, la práctica de la agricultura, la sociabilidad, hasta las
ideologías y creencias religiosas.
La larga permanencia del Antiguo
Egipto, (3300 a.c. al 300 a.c. aproximadamente) permitió entender una constante
en el desarrollo de esta civilización, donde la política iba de la mando de la
ideas religiosas, siendo los faraones vistos como dioses. De esta manera, las distintas
formas de expresión comenzaron a ser un testimonio de los conceptos, valores y cualidades
que eran importantes incluir en todo los que se emprendía. Por ello, para los egipcios, las
construcciones robustas, eran un símbolo de belleza porque representaban la
solidez y la permanencia en el tiempo.
A su vez, los grabados y relieves en paredes encontradas en las
pirámides narran sobre las escenas de la vida cotidiana que se deseaban repetir
en la vida más allá de la muerte terrenal, así como de rituales y procesos en
torno a estos temas; la escultura por su parte fue perfeccionándose para representar
con realismo el rostro de los faraones a manera de un fiel retrato, como la
famosa pieza de la reina Nefertiti.
La vida agrícola por la aproximación geográfica con el río Nilo,
inspiraba a su vez utilizar estos temas para representar ideas y relatos de las
creencias religiosas. Es un legado cultural extenso, diverso y muy rico el que
nos cuenta el Antiguo Egipto; lo que nos dice hoy, más allá de las diferencias
de pensamiento que tengamos, es que la cultura puede conectarse con todas las actividades
de la vida y hacer que todos los ámbitos donde se mueve
la sociedad, encuentren un río de conexión, como las aguas del Nilo por
donde transitaban las naves de los faraones, milenios atrás.
Un abrazo, #EnAcuarela
Melissa G.
@Melissa Guardia V.
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