viernes, 4 de marzo de 2022

“Decodificando los Rostros del Arte”: 5 Habilidades del trabajo artístico para la gente Creativa. (+Análisis Pinturas Famosas).

 


  ¿Te has preguntado cuántas habilidades involucra un trabajo artístico? ¿Cuántas tareas se realizan de principio a fin hasta que una obra aparece delante de los ojos del público? Para entender este proceso, vamos a decodificar los rostros que intervienen al momento de realizar alguna expresión de Arte, en forma de habilidades que son de utilidad para nuestra imaginación y creatividad.  Y es que los rostros siempre serán expresión de nuestras capacidades y emociones, las cuales se involucran mucho más de lo que entendemos, a la hora de hacer Arte. Decodificamos toda esta información para descubrir detrás de los rostros que desarrollan un trabajo artístico, cinco (5) habilidades que todos podemos emplear.

      1.  Los Visionaros: Aquellas personas que son capaces de encontrar un chispazo de inspiración con el cual llenar una hoja en blanco, son los rostros visionarios. Estas personas inician todo el proceso de trabajo artístico, porque están en busca de nuevas y buenas ideas, con las cuales comenzar a cambiar las circunstancias. El mejor ejemplo es precisamente una hoja en blanco, que puede comenzarse a llenar en una etapa muy preliminar con las primeras ideas que corren por la mente; también puede entenderse cuando se reúne una serie de información que alimente la capacidad creativa: Fotos, imágenes, colores, texturas, formas, etc. El visionario puede dar inicio a todo este camino Artístico hasta a veces sin directamente proponérselo, porque la inspiración lo puede sorprender donde menos se lo imagine y de ahí pasará a llenar el papel en blanco de ideas o a comenzar a desarrollar o desglosar más la misma; incluso a detectar colores en un paisaje. Los visionarios son también aquellos que ven algo de una manera distinta a los demás, son los que pueden observar más allá de las cosas y circunstancias y darles un nuevo valor

      Un ejemplo, uno de los rostros más vistos en el Arte Clásico, la diosa Venus en el “Nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli, para muchos entendidos el rostro de esta diosa no era otra que Simonetta Vespucci, considerada la musa y amor platónico del maestro Botticelli. Él veía en esta mujer no sólo el amor, sino también la representación de la “diosa del Amor” y hoy este rostro de la diosa Venus, es uno de los más conocidos en el Arte.

2.     2Los Transformadores: Tras la inspiración, aparecen los rostros de los transformadores, aquellos que conocen una técnica artística y se ponen manos a la obra, para que las ideas pasen de conceptos, a la realidad. Cuando comienza a correr los colores de pintura, las técnicas artesanales y constructivas a ponerse en marcha, vemos el fascinante momento en que los materiales se transforman y le dan forma y vida a la inspiración. Un ejemplo visualmente impactante puede ser la confección de una escultura, donde el material cambia de forma y se convierte en una nueva expresión. De forma especial, la técnica de la acuarela, que es la forma Artística que empleo, me ha brindado ver el rostro transformador del arte, porque cada pincelada, hace que un tubo o pastilla de pigmento, se diluya en agua y se aplica al papel dejando una huella de color. De la suma de estas huellas, se construye una obra “en acuarela”, a propósito de nuestro nombre como concepto de Arte. Los transformadores disfrutan de su técnica, desarrollan un estilo propio que deje una firma en el trabajo que realizan y que las personas puedan reconocer cada vez que vean su trabajo. También les gusta aprender nuevos métodos que completen lo ya aprendido, respetan mucho los aspectos teóricos y buscan trabajar con los mejores materiales, para garantizar óptimos resultados. El trabajo de un “transformador” puede ser individual o colectivo, pero siempre será minucioso, abarcará muchas horas de dedicación y cuidará rigurosamente cada paso que se dé en pro de impactar con la mejor obra final. La habilidad “transformadora” del arte es la que nos habla de la alta capacidad técnica artística de alguien, al grado de sorprendernos y preguntarnos cómo alguien puede crear algo. 

       Uno de los rostros más sorprendentes y enigmáticos: “La Mona Lisa” de Leonardo Da Vinci, una obra afamadísima, no sólo porque se debate la identidad de la modelo, pero también impactante por su técnica, que es lo que ha llevado a las personas a admirarla y a preguntarse sobre la mujer retratada. Pintada en óleo y retocada varias veces por el autor, se considera ejemplo de uno de los mayores logros de “esfumado”, técnica muy característica del maestro “Da Vinci”, para dar una impresión de profundidad, más allá del plano de enfoque.

      3.  Los Innovadores: La siguiente habilidad artística es representada por el rostro de la innovación, que es precisamente dar un paso más allá de la visión inicial y de la mejor expresión de capacidad técnica artística. El innovador busca ir en pro de algo que supere su obra anterior, y no se conforma con sólo tener la inspiración inicial y la técnica constructiva para una idea; por lo que en el camino, se hace preguntas para hacer que sus propuestas y conceptos puedan romper parámetros y sorprender mucho más de lo que ya lo ha hecho. La innovación no tiene que ser complicada, con pequeños detalles o giros a lo convencional, se traza la ruta a la renovación de las ideas, sin que estas se desconecten del plan original. Habrán pasos más osados que otros, pero el innovador siempre cuidará que la integridad de su trabajo permanezca, respetando y valorando los trazos originales de visualización y transformación. El innovador puede encontrarse con el deseo de rebasar los límites de su originalidad desde el propio inicio de su obra o proyecto, pero será en el desarrollo de su inspiración y construcción de sus ideas, que podrá definir con mayor claridad el elemento que impulse a otro nivel su propio concepto creativo. Lo anterior nos indica que la innovación es sinónimo de crecimiento y madurez de las habilidades artísticas, un rostro que aparece luego de desarrollar nuestra imaginación a base de visualizar nuevas ideas y aprender las mejores destrezas. 

"El innovador siempre cuidará que la integridad de su trabajo permanezca

respetando y valorando los trazos originales de visualización y transformación".


     Un claro ejemplo de innovación, son las pinturas de Frida Kahlo; donde muchos entendían el retrato como una representación exacta de cómo nos vemos frente a los demás, ella plasmó sus sentimientos junto a su rostro. Y en la obra “Las dos Fridas” (1939-arte moderno mexicano), con una sencilla idea, replanteó ante todos, el concepto del autorretrato al duplicar su imagen, con dos Fridas representando sus raíces mexicanas y alemanas, pero unidas por el corazón.

 


4.    4. Conectores: Tras los deseos de innovación, aparecen las habilidades que perfeccionan el trabajo artístico pensando más en lo detalles que no son tan obvios, pero que pueden hacer una gran diferencia: De eso se encargan los conectores. Esta parte del trabajo artístico es la que comienza a observar los espacios y elementos que no habían sido considerados como importantes, destacables, hasta inspiradores y los convierte en las piezas que puedan unir las ideas seleccionadas y trabajadas inicialmente. Piensa mucho en el color de fondo de una pintura o los espacios que se pueden formar entre un objeto representado y el fondo elegido; esas pequeñas zonas también son oportunidades para la expresión artística, elevando el resultado final a uno de mayor calidad. El rostro de los conectores piensa en la presentación final de la obra, buscando el detalle, perfeccionamiento y madurez de las propias ideas y de la técnica. Los conectores no sólo pueden ser artistas trabajando en su propia obra, tienen la capacidad de asesorar a otros en sus propios procesos, e incluso pueden proponer llevar el Arte a zonas donde no estamos acostumbrados a ver la intervención de expresiones creativasUn ejemplo claro es la alianza entre desarrollo urbano, paisajismo y Arte; la unión de todas estas disciplinas ha innovado y dinamizado zonas que no parecían tener la utilidad y vida que han podido manifestar

       Johannes Vermeer pintó “La joven de la perla” (1665-1667, Óleo estilo Barroco), una de sus obras más famosas.  Como un especialista en retratos y escenas costumbristas iluminadas por la luz, esta pintura es una muestra de maestría en la técnica, pero también un claro avance en la perfección del detalle: Una simple perla como zarcillo o pendiente, conecta el juego de luz y sombras, las emociones, formas y colores elegidos; ese sencillo elemento se ubica en una zona que parecía no ser de gran importancia, hasta que se convirtió en el conector de toda la composición.

 


 5. Armonizadores: Si tras la innovación que marca también el deseo de crecimiento de las habilidades artísticas, aparecen las destrezas de conexión de ideas y elementos como resultado de la madurez; el rostro de los armonizadores representa el completo manejo de todas las facetas del Arte, hasta poder unificarlas en un solo resultado coherente y balanceado. Precisamente, los armonizadores lo que más desean encontrar como objetivo o resultado final, es un balance en su creación. La armonía es el principio que unificará todas las demás tareas ejecutadas y elementos elegidos, haciendo que aparezca delante de nuestros ojos, la obra final. Si el rostro de los visualizadores se enfrenta al papel en blanco, trayendo inspiración; los armonizadores hacen la acción contraria: Toman cierta distancia del trabajo y desde uno o varios ángulos, hace una revisión del resultado alcanzado. Posteriormente revisará que la obra tenga de principio a fin una esencia en común en todos sus aspectos y que la misma pueda percibirse al momento de contemplar y disfrutar del trabajo presentado. 

        

Los armonizadores garantizan, de principio a fin, que una obra de arte guarde una esencia en común en todos sus aspectos.

        El rostro de quien armoniza, no sólo puede aparecer hacia las fases finales de la labor creativa; a medida que se desarrollan las demás habilidades y la madurez en cada una de ellas, se podrá buscar el factor armónico desde el inicio de la visualiza de la inspiración, y tenerlo presente en cada una de las posteriores fases o rostros que hemos descrito. Es así como al momento de transformar los materiales y herramientas en Arte, se podrá pensar en mantener o descubrir la armonía; la innovación también implicará no romper con la misma y la capacidad de ser conectores, nos llevará a asegurarla. Los rostros armonizadores reflejan la sabiduría del trabajo y el deleite por todo el proceso artístico; resaltando los factores en común que se han acumulado en casa fase. Un trazado, una gama de colores y texturas o un elemento que amarre toda una composición, es la firma de la armonía que pone el rostro más observador y conocedor de cualquier forma de creatividad. 

      Un claro ejemplo, es la obra “El Beso” de Gustav Klimt, (1907-08),  su obra más famosa; reúne varias tendencias como la naturalista a través de materiales como la hoja de oro y engloba dos corrientes artísticas: La secesión vienesa (modernismo) y el simbolismo, abriendo camino a la abstracción. Tomando en cuenta la reunión de todos estos elementos, colores y formas, hay un factor común que unifica todo el conjunto, intercalándose zonas menos ocupadas donde los tonos dorados bañan la obra, logrando un resultado final armónico.


   Los rostros del Arte representan las habilidades que tanto individual, como colectivamente, ejercemos consciente o inconscientemente, al momento de trabajar empleando nuestra creatividad. Una persona laborando por su cuenta, podrá transitar y expresar cada una de estas tareas; mientras que, en el trabajo en equipo, las mismas pueden ser designadas a personas específicas, aprovechando sus cualidades. En esta alternativa de trabajo en colaboración, algunos serán seleccionados para desarrollar las habilidades iniciales, como los visionarios, otros emplearán sus técnicas transformadoras y los más creativos podrán buscar la innovación; mientras que los más expertos se dedicarán a velar por la conexión de todas las tareas y la armonía en las mismas. Esto es válido no sólo para el Arte, sino para todo proyecto creativo. 

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Un abrazo, #EnAcuarela,

     Melissa G.